Pese a lo sorprendente del titular lejos queda de ser utilizado para desplazarnos con él, pues el prototipo sólo tiene 15 centímetros de diámetro y se utilizaría en labores de reconocimiento y vigilancia.
Los desarrolladores no descartan fabricar un aparato más grande basándose en el mismo principio, y el ejercito norteamericano y la NASA ya le han echado el ojo, pues podría convertirse en el aliado perfecto para la exploración de la atmósfera de otros planetas. De confirmarse esta tecnología, dispondríamos de un avión, un helicóptero y un platillo en un único dispositivo.
El fenómeno de la magnetohidrodinámica se basa en pasar una corriente o un campo magnetico a través de un fluido, y de este modo se genera una fuerza. En el prototipo desarrollado su estructura está cubierta de electrodos que ionizan el aire para crear plasma.
Este plasma es después acelerado por un campo eléctrico que provoca, en última instancia, la elevación del platillo volante. Esta habilidad para generar su elevación electrónicamente lo hace particularmente fuerte y resistente contra rachas de viento así como permitirle llevar carga útil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario